La Seguridad Social todavía no dispone de los datos de Hacienda sobre los rendimientos netos de los autónomos, necesarios para iniciar la regularización de cuotas. Esta regularización va a afectar a más de 3,3 millones de personas que estuvieron dadas de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en 2023.

Tan sólo 400.000, de los 3.734.000 autónomos que deberán adaptarse al nuevo modelo, cambiaron su base de cotización el año pasado para adaptarla a sus ingresos reales, por lo que se espera una gran cantidad de regularizaciones en este primer proceso -el 70 por ciento de ellas se quedarán igual o saldrán a devolver, el resto saldrían a pagar-.

La información que espera la Seguridad Social, debe ser remitida por la Agencia Tributaria a partir de las declaraciones de Renta.  Sin embargo, este proceso, puede complicarse debido a las dificultades de remitir a tiempo todos los datos que tienen en su poder las distintas haciendas forales o el proceso de revisión de las declaraciones de la RENTA. Sin todos estos datos, la Seguridad Social no puede comenzar el proceso de regularización que pretendía arrancar para estas fechas, puesto que para corregir las cotizaciones que hicieron los autónomos en 2023 y adaptarlas a sus ‘ingresos reales’ debe conocer primero los rendimientos netos que han declarado en la RENTA. En base a estos datos fiscales, la Tesorería ya podría determinar qué trabajadores por cuenta propia pagaron correctamente sus cuotas o cuáles cotizaron por encima o por debajo de lo que deberían.

Se prevé que la Seguridad Social empezará la regularización en noviembre y se alargará hasta abril de 2025.