¡Se acerca final de año!, y es el momento en el cuál los departamentos de contabilidad de las empresas ponen punto y final al trabajo realizado durante el año.

Aunque no es aconsejable dejar esta tarea para último momento, pues hay que ir trabajando en ella durante todo el ejercicio económico.   Llega la hora  de analizar la salud financiera de la empresa, y cumplir con las obligaciones exigidas por la AEAT,  con el objetivo de, aparte de obtener un ahorro económico, al mismo tiempo conseguiremos una mejor planificación financiera, aprovechando así los diversos incentivos fiscales para obtener ventajas   y reducir la carga tributaria.

Y para ello,  vamos a ir preparando el cierre contable y fiscal del ejercicio, sin obviar, que a la vez,  todo esto nos servirá como herramienta de trabajo para una mejor planificación estratégica de cara al año que viene.

Diferenciaremos entre estos dos conceptos, que aunque están muy correlacionados,  siguen caminos diferentes;

Cierre Contable; Consiste en ir cerrando  las cuentas contables, analizar los saldos de las cuentas de ingresos y gastos, por un lado,  con el objetivo de analizar si nuestra empresa ha obtenido ganancias o pérdidas, y por otro lado, analizar las cuentas de balance (activo, pasivo  y patrimonio neto), con el objetivo de obtener  la imagen fiel del estado financiero de nuestra sociedad.

-Cierre Fiscal; Mediante la aplicación de diferentes ajustes fiscales al resultado contable, y posteriormente la aplicación de deducciones, bonificaciones, etc., llegaremos al cálculo de la cuota fiscal a pagar o a devolver a la AEAT.

Los aspectos más relevantes para realizar un óptimo Cierre contable son los siguientes:

ASPECTOS CLAVE A TENER EN CUENTA
-Revisa los saldos de las cuentas que componen el balance de comprobación de sumas y saldos, con ello, podremos detectar errores, si falta algo por contabilizar, según la naturaleza de las cuentas.

 

-Comprobaremos otras cuentas destacables, como puede ser  las cuentas corrientes con socios, la cuenta de partidas pendientes de aplicación.
-Realizaremos  los diferentes ajustes que derivan de realizar periodificaciones, variación de existencias, cálculo de amortizaciones, reclasificación de deudas de largo a corto plazo, en función del vencimiento.

 

-No nos olvidaremos de dotar posibles provisiones que se prevean en el futuro, sobre todo, las relativas a los créditos incobrables de clientes, valorando al mismo tiempo, si interesa o no, realizar las gestiones para iniciar la solicitud de devolución de IVA de esas deudas no cobradas.

Una vez realizadas estas tareas, podemos realizar un análisis del Balance de Situación de la empresa, para conocer por un lado la liquidez (mediante análisis de flujos de caja), la solvencia (para hacer frente a las deudas a corto plazo), de la empresa y, por otro lado, la Cuenta de Pérdidas y Ganancias para tener conocimientos de los márgenes, los porcentajes que representan cada gasto, y así evaluar el beneficio o pérdida obtenida.

Finalizado el cierre contable, daremos paso al Cierre Fiscal, para de esta manera ir preparando el Impuesto de Sociedades, teniendo en cuenta para ello, las novedades fiscales a aplicar para este ejercicio 2024.

ASPECTOS CLAVE A TENER EN CUENTA
-Revisa que la facturación es completa, que todas las facturas estén correctamente registradas, al igual  que se debe revisar si los gastos contabilizados son deducibles fiscalmente y están debidamente justificados.
-Conocer o informarse sobre las deducciones fiscales y bonificaciones a aplicar en el ejercicio,  y  ver si se cumplen o no los requisitos para poder aplicar por ejemplo, las deducciones de I+D, de creación de empleo, o por donaciones a entidades no lucrativas.
-Revisar las declaraciones fiscales presentadas trimestralmente durante el año (modelos 303; 111; 115, 202, etc.); operaciones intracomunitarias, regularizaciones de bienes de inversión, entre otros aspectos.
-Planificación y revisión de los pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades.

Consúltanos para una mejor revisión, tanto de los resultados obtenidos, como para una mejor optimación fiscal, que produzca una reducción en la factura fiscal para el próximo año.