La Inspección de Hacienda puede actuar de forma aleatoria o porque observe algo en la actividad o contabilidad empresarial, que le llame la atención.
Estas son las situaciones que conviene evitar:
- Devoluciones tributarias excesivas al realizar alguna declaración tributaria.
- Descuadres entre modelos trimestrales y modelos anuales.
- Solicitud de NIF intracomunitario. En este caso la Inspección suele limitarse a comprobar la necesidad de dicha NIF.
- Declaración o no de subvenciones. Y eso como consecuencia de la coexistencia de subvenciones exentas y no exentas.
- Dejar sociedades inactivas. Dejar una sociedad inactiva y crear otra con la misma o parecida actividad y sede, incluso con los mismos socios, es motivo de Inspección.
- No presentar declaraciones.
- Exceso de gastos deducibles. Para controlar la tendencia a incluir gastos no relacionados con la empresa.
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